Ayúdame Cormillot!

Y si. Tengo 10 kilos de más. Sí, 10, Diez, X, o como se diga en cuanto idioma exista. La puuuucha, son muchos...
Así que con irrevocable convicción (?) empecé la dieta. Tarea ardua y poco gratificante si las hay.
Toda mi heladera se transformó en un terreno desolado, sin gusto, sin cosas ricas como antes, una verdadera tristeza. Todo es verde ... por qué todos los alimentos ligth son verdes? Nos quieren transformar en vegetales? ... quieren que parezca atrayente? Le pifian, Sres, le pifian.
Si bien reconozco que merendar Vauquitas, comer Danettes de chocolate helados, brownies, y todas cosas ricas es un placer poco comparable y me sumó los kilos de más post...esteee... no viene al caso... tampoco es justo que todo lo que coma ahora tenga sabores extraños che!
Hoy, por ejemplo, voy al super, y lo del verde que dije más arriba se comprobó cuando miro el carro, la mitad de las cosas que tenía eran color verde.. y los gustos, ni te cuento... y ni hablar que gasté un montón de plata.
Llego a casa, primer conflicto: las milanesas de soja... hasta cuando se cocinan? Cociné una bastante tiempo, quedó como carton corrugado. Dije, animal, tenés que dejarla menos, hago otra, la dejo menos tiempo, quedó como cartón corrugado. Ok. La haga como la haga igual tiene gusto a cartón, y creo que una las pone a cocinar, y en un momento de la vida (?) dice, bueno, ya están, porque total es lo mismo. La tragué, como pude empujando con unas berenjenas en escabeche que hice (sí, no es ligth, lo sé). Y llegó el postre, como un premio consuelo... postrecito Ser! de no se qué corno de coco... por Diorrrr! Era como pegarle un trago al aceite bronceador Hawaiian Tropic, o a las perfuminas de los negocios de ropa, lo mismo. Inmediatamente voló él, y su compañero (aún cerrado) al tacho, un asco, no lo compren jamás en la vida.
Y así vengo, sufriendo, pero al frente como los gauchos de Güemes, y rezándole a San Ictícola de los Peces a ver si me dá una mano...
Ampliaremos.