Mi mamá tenía un amante.

Yo no lo supe hasta la adolescencia. Mi hermano mayor lo descubrió cuando aún era un niño. Hurgando en cajones, (como hace hasta el día de hoy) un día, este tierno niño, descubrió que nuestra madre (la Jóse) engañaba a Jotacé.
Encontró en un cajón de la alacena de la cocina un recuerdo suyo, con su nombre y apellido, guardado así, con total impunidad, arrumbado como una chuchería vieja.
Enarbolando la bandera de la dignidad, y haciéndole ver su falta total de respeto hacia el hombre de la casa, Alejandrito increpó a la infiel quien mirándolo con ojos atónitos no entendía el motivo del reclamo. El niño, inocente aún, la amenazó con contarle lo sucedido a papi, a su vuelta del trabajo, y ella, inmutable, lo dejó ser.

A la llegada de papi a casa, y estando todos sentados a la mesa, la criatura compartió su descubrimiento con la familia, diciéndole a Jotacé que había descubierto que mami tenía un amante, y no sólo eso, sino que tenía un recuerdo suyo guardado en un cajón. Y munido de la prueba del delito, la mostró, ante los ojos asombrados de sus interlocutores, y se pudo leer claramente...

"Recuerdo de Carlos Paz"