Tengo en la oficina, una hermosa caramelera que me regaló mi amiga Ivana, colocada sobre el escritorio, de la cual clientes, amigos y la que suscribe se sirven a diario.
Hace un tiempito, vengo observando qué tipo de gente elige qué tipo de caramelos. Es un patrón que se repite MUY seguido y me llamó la atención.
Algunos ejemplos:
*El tímido que va a lo seguro: Sugus o Palitos de la selva. Jamás una sorpresa.
*El rebuscado: Revuelve la caramelera, buscando uno con chocolate, pero con relleno de fruta y papel metalizado. Eterno disconforme.
*El goloso: Cuadrado de dulce de leche. Sencillo y directo.
*Vieja quisquillosa: De mentol no tenés? No, no tengo, los elijo ricos, no quiero terminar con esa cara, señora.
*El light arrepentido: Éste. Sí, éste. Los gajitos me encantan. Necesita reforzar el concepto, a ver si se autoconvence.
*El que sabe lo que es bueno: Butter toffees en cualquier variedad. No se privará del placer, aunque engorde.
Yapa:
Cuando coloqué el título, me acordé de uno de los libros de mi infancia, casi diría el que
más me gustó y más veces leí. Gracias a quienes colaboraron de niña para desarrollar mi gusto por la lectura.